El campeonato nacional de baloncesto de la NBA ha terminado por este año. Almenos hasta su posterior reanudación después de las veraniegas vacaciones que les esperan a todos los integrantes de la asociación.
Dallas Mavericks consiguió esta madrugada el anillo de la NBA, ganando por 105-95, venciendo a los favoritos Miami Heat y contra el "factor cancha". Dirk Nowitzki, Jason Kidd y Brian Cardinal entre el resto de los otros Mavs han conseguido el anillo que tantos años llevaban esperando.
Como muchos dicen después de este resultado: hoy ha ganado el baloncesto, porque el baloncesto de equipo ha ganado al baloncesto individual, porque el baloncesto de tiro ha ganado al baloncesto de dribbling, porque para el bien de este deporte, no ha ganado el equipo con más poderío físico.
La tensión de las finales también tuvo su papel en el encuentro ya que en el segundo cuarto del partido hubo una trifulca entre jugadores de ambos equipos que acabó con dos técnicas para Miami (Chalmers y Haslem) y una para Dallas (Stevenson). La tensión se fue acumulando cuando Dallas Mavericks se puso +12 al inicio del segundo cuarto, pero poco duró esa ventaja porque Miami Heat la levantó con un parcial de 14-0. La euforia de volver a meterse en el encuentro tan fácilmente sacó algunos gestos algo provocativos de los jugadores de Miami, gestos que provocaron la exaltación de D. Stevenson, que empujó a Haslem y a partir de ahí el resto de jugadores se fueron sumando a la "fiesta".
Revisando las estadísticas, podemos ver que los números no engañan: un pobre Big Three que tan solo anotó 57 puntos y al que solo acompañó Mario Chalmers (18 puntos) no fue suficiente para hacer frente al escuadrón de Texas. Por su lado, el alemán no tuvo su mejor día (9de27 en tiros de campo) que se fue al descanso con un pésimo 1de12 en tiros de campo. A pesar de ese mal inicio, hizo la aparición propia de un campeón, dando la última estocada a los Heat con tres canastas consecutivas en un momento crítico (5 minutos para el final y Dallas más 8 en el marcador). El particular Big Three de Dallas fue capaz de reponer esos malos porcentajes del alemán: Jason Terry que hizo un espectacular encuentro anotó 27 puntos.
No solo los veteranos de Texas entran en la historia, Rick Carlisle también ha entrado esta madrugada en la leyenda, añandiendose a la lista de entrenadores que tanto han conseguido un anillo en los banquillos como en el parqué. Tras la victoria, el propio Rick era un mar de felicidad y tan solo tuvo palabras para alabar el gran trabajo de sus chicos: "Es un grupo de jugadores veteranos, que no corrieron muy rápido, ni saltaron muy alto, pero se apoyaron unos a otros en todo momento".
Jason Terry y su carácter también querían protagonismo, y así fue, consumando una espectacular actuación sumando 27 puntos, pero esto no queda aquí, y es que Jason Terry se tatuó el anillo en su bíceps derecho un día antes de empezar la pretemporada y así ha sido. El escolta de Dallas que ya ha mostrado varias veces su lado creyente, pensó que ese tatuaje era la marca de una profecía, que sin más ni menos se ha cumplido. ¡¡¡FELICIDADES!!!
Finalmente, y sin quitar todo el protagonismo que se merecen los jugadores de Texas queremos volver a destacar la gran actuación del equipo de NBASpain.es, por seguir día tras día todas las novedades, luchando contra todo tipo de problemas y demás... porque un trabajo bien realizado al final siempre se ve recompensado: tal y como predijo nuestro equipo, Dallas ha ganado, NBASpain.es ha crecido.
Un placer queridos lectores, esto no acaba aquí, seguiremos con todas las novedades de la NBA día tras día como hemos hecho hasta ahora. Un fuerte abrazo.
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